jueves, 29 de marzo de 2012

10. Sing with me

Noelia’s point of view:
No tenía mas remedio. Sola. Me acerqué a esa puerta donde me llevaría a un mundo distinto, muy distinto de lo que había vivido durante estos 17 años de mi vida. Abrí la puerta y sentí y por fin hubo que crecer. Cuando eres un crio eres tan ingenuo que crees que se crece poco a poco, y una mierda, es como un tortazo FLAS, como el golpe de la rama de un árbol cuando alguien camina delante de ti por el bosque o como cuando tu padre te dice: se acabó hijo, se acabaron los juegos.
-Nos volvemos a ver- alguien me sacó de mis pensamientos.
-Hola- saludé como pude con maletas y bolsas en la mano
-¿Y tus amigos?
-De gira. Perdona pero… ¿Joe, no?
-Sí- me dijo el riéndose
-Los siento pero soy muy olvidadiza para los nombres- dije un poco avergonzada
-No te preocupes, ¿Qué tal te han ido estos meses?
-Bastante bien- recordé los días en la playa- muy bien. ¿Tú, que has hecho?
-Estar en mi ciudad, por cierto  ¿de dónde eres? Tú acento…
-Soy española- dije orgullosa
-¿En serio? Pues se te da genial el inglés
-Gracias
-Chicos. Venid. Se va a llevar a cabo el reparto de habitaciones- una voz interrumpió nuestra conversación. Joe y yo nos miramos y nos dirigimos hacia el grupo de gente. Todos parecíamos asustados, nadie nos había dicho lo que tendríamos que hacer. Nada.
Empezaron a decir números y nombres de personas. Joe se fue el segundo y me quedé sola. Cuando al fin dijeron mi nombre, Tulisa apareció por detrás y me condujo hacia mi habitación. Era una habitación simple pero compuesta de todo lo que necesitaría, el armario era enorme y la cama parecía cómoda, tenía también un pequeño escritorio donde según me dijo Tulisa podría estudiar tranquilamente las letras de las canciones y podría leer y estar con mi ordenador en el caso que tuviese tiempo. Después de dejar las maletas y todo lo que llevaba encima, Tulisa me llevó por un pasillo y me dirigió hacia una sala con dos sillones rojos enormes donde me dijo que me sentase. Estuvimos hablando durante dos horas, me explicó todo, el horario, los días de gala, los días y las horas en que se emitirían a través de la televisión y me dijo las actividades de salida que tenían pensadas de momento hacer conmigo. Me explicó cómo funcionaban las votaciones y me aconsejó que no me asustase por nada. Me dijo cual iba a ser la canción que cantaría esa semana. Esa misma tarde empezaría las clases.
A la hora de la comida nos llamaron y entramos en un gran comedor con una mesa rectangular rodeada de sillas aparentemente cómodas. Joe y yo nos sentamos juntos y allí conocí a Suzanne, la chica cuya habitación era la que tenía al lado.
Después de comer nos dejaron una hora de tiempo libre, dediqué esa hora a hablar con mis padres y con Celia, no me dio tiempo a más.
Pasé toda la tarde conociendo a mis tutores, me explicaron en qué consistían sus clases y en lo que dedicaríamos la clase en el tiempo en que estuviese allí. A mitad de tarde nos llamaron a todos y nos hicieron un cambio de imagen, me cortaron mi largo cabello rubio y ahora lo llevaba mas arriba de la cintura, lo demás, me lo dejaron igual. Pronto llegó la noche y me encontré tumbada en la cama intentando dormirme. No podía asique, decidí llamar a los chicos, según lo que ponía en mi reloj todavía quedaban dos horas para que empezasen el concierto. Marqué el número de Zayn. Hablamos durante una rápida media hora, me preguntó cómo me había ido el día, que tal eran mis compañeros y me dijo que por allí me echaban todos mucho de menos, me preguntó si quería hablar con Niall, Celia y él eran los únicos que sabían lo que había pasado ese día en la cascada, desde entonces no había vuelto a ocurrir más y yo sentía algo por él que él no sentía por mí, estaba segura, para él solo había sido un beso más. Le dije a Zayn que no, que tenía mucho sueño y quería dormir, le dije que me disculpara a los demás y colgué.
Dormí, dormí durante un mes largo y diferente, un mes lleno de alegría, tristeza y nerviosismo, mucho nerviosismo. Seguía aquí, en la academia, según me dijeron había mejorado y eso es lo mejor que podía hacer para mantenerme allí. No sabía lo que pasaba afuera, no sabía si le gustaba a la gente o no, no querían decírmelo y la duda me comía por dentro. Mi relación con Joe cada vez iba a mejor, éramos muy buenos amigos, la gente pensaba que había algo más entre nosotros pero no estaban en lo cierto, era gracioso la situación, tenían que sacar morbo por algún lado. Suzanne se había convertido en una de mis mejores amigas, me llevaba muy bien con ella y me recordaba mucho a mi hermana lo que hacía que me sintiese cómoda con ella. Durante ese mes había hablado casi a diario con mis padres y con Celia pero, con los chicos no había podido hablar mucho y les echaba realmente de menos. Hoy en la cuarta gala de la edición de X Factor vendrían a verme, habían terminado por fin su gira por América y me prometieron que vendrían. Estaba muy emocionada además, esa noche tendría que cantar dos veces debido a que ya quedábamos cada vez menos en la academia.
Llegó mi hora y salí al escenario, estaba un poco nerviosa, todavía no me había acostumbrado a que un montón de gente me estuviese observando y menos aún que un jurado me estuviese evaluando.

Niall’s point of view:
Sentado en primera fila miraba al escenario con una mezcla de sentimientos: felicidad por volver a verla pero rabia por lo que había ocurrido. Cuando Tulisa dijo su nombre un hormigueo recorrió mi cuerpo.  
Estaba cambiada, su pelo rizado ahora lo tenía liso, vestía un vestido azul tan corto que en alguno de sus movimientos se podía ver los pantaloncitos blancos diminutos que llevaba por si acaso ocurría aquello y llevaba una diadema azul a juego con el vestido.
Se podía notar diversión y un toque de sensualidad en sus movimientos, bailaba con los bailarines (The boys does nothing) sin que los tacones negros que llevaba la impidiesen realizar ninguno de los pasos (ver ropa personajes).
Verla bailar de esa manera me estaba matando, se acercó al borde del escenario, me vio y me guiñó un ojo. No pude con eso, me levanté y fui al servicio. Vi como los chicos empezaron a reírse de mí pero me daba igual, no me comprendían.
Me lavé la cara y me miré en el espejo. No sabía que iba a decirla cuando la viese, había pasado tanto tiempo y, y tantas cosas. Más tranquilo salí del servicio y me choque con alguien.
-Niall- vi que unos ojos verdes castaños fijaban su mirada en la mía.
-Hola Noelia- dije mirándola, estábamos cerca, me aparté de ella
-Actúo en dos minutos ¿luego hablamos?- me sonrió
-Sí, luego hablamos. Tengo que decirte algo- le dije serio.
Vi su cara de confusión.  Nuestro encuentro no había sido realmente como lo había imaginado pero debido a la situación no podía haber sido de otra forma. Volví junto a mis amigos y volvieron a presentar a Miranda.
Empezó a cantar BadDay, llevaba unos pantalones negros y una camiseta elegante (ver ropapersonajes), nunca la había visto cantar una canción lenta, fue increíble, una de las mejores actuaciones que había visto. Cuando terminó el jurado no dejaba de halagarla y una vez más sobrevivió a las nominaciones de esa semana.
Cuando terminamos nos acercamos a verla, saludo a todos los chicos y me cogió de la mano y me apartó a otro lugar.
-¿Qué tenias que decirme?- me dijo sonriente
-¿Qué es esto?- la espeté enseñándola la revista que llevaba en las manos
-La verdad es que tiene gracia- me dijo mirando su imagen junto a la de Joe en la portada
-¿Gracia? ¿Para ti esto tiene gracia? Y yo, ¿también tengo gracia para ti?
-¿Qué? No creerás que esto es cierto ¿no?- me dijo un poco enfadada
-Si lo dice la prensa, será por algo- la grité malhumorado
-¿Si lo dice la prensa? ¡Tú más que nadie tendrás que saber que la prensa es pura mentira! Además… ¿a ti que más te da lo que haga con mi vida? Tu y yo no tenemos nada Niall, ¿no te das cuenta?- me tiró la revista al pecho y llorando se fue
-¿Qué pasa?- Harry vino hacia mí. Me di cuenta que toda la sala nos estaba mirando
-Ahora no Harry.

Noelia’s point of view:
Era increíble lo que me acaba de ocurrir, no podía creer que Niall me hubiese tratado así, ni siquiera me había dicho que le habían parecido mis actuaciones, lo primero que me había soltado era eso y encima una simple mentira. Tenía rabia, mucha rabia dentro de mí. No era el mejor momento para que alguien llamase a la puerta de mi habitación pero, lo hicieron.
-Pasa- grité. Joe apareció detrás de la puerta.
-¿Qué ha pasado Noelia?- me dijo él mientras se acercaba a mí.
-Nada, no te preocupes estoy bien- dije mientras me secaba las lagrimas.
-Has estado genial esta noche ¿lo sabes?- me dijo mientras se acercaba a mí
-Gracias- le dije apartándome
-Deberíamos celebrarlo- dijo mientras se acercaba cada vez más a mí. Yo me iba alejando de él hasta que mi espalda chocó con la pared.
-Ahora no es el mejor momento Joe
-Vamos- me dijo mientras acercaba su rostro al mío
-Joe ¿Qué haces?- le espeté apartando la cara
-Venga Noelia, es obvio- notaba su aliento en mi cuello
-No, Joe. ¡Vete!- me zafé de sus brazos y le señale la puerta- Los siento, pero NO

viernes, 23 de marzo de 2012

9. Shine a light

Noelia’s point of view:
Habían pasado unos meses, unos meses de tranquilidad infinita. Los chicos estaban de viaje por Europa realizando alguno de sus conciertos y Celia estaba ocupada intentando sacar exitosamente el último curso para poder graduarse. Me acordé de la ristra de preguntas que me hizo mi mejor amiga cuando, unos meses atrás, en el hotel, Niall cerró la puerta de nuestra habitación. Celia estaba segura que entre nosotros dos tenía que haber algo más que una amistad pero yo no lo veía así. Ya no podía seguir engañándome, después de lo que ‘’casi’’ ocurrió esa noche no podía negar que ese chico de ojos azules me gustaba y mucho pero, no tenía nada que hacer, cada vez que iba con ellos me fijaba en la multitud de chicas preciosas que le pedían autógrafos, fotos, besos y abrazos ¿Por qué iba a elegirme a mí? No quería volver a ser rechazada y volver a estropear una amistad, como otras veces.
Salí de la habitación, los chicos y Celia me esperaban en la puerta. Quedaban tres días para que yo entrase en la academia y, como de momento ellos habían acabado los conciertos y Celia había terminado los exámenes decidimos pasar los tres días en la playa, juntos.
Cuando llegamos allí decidimos instalarnos cada uno en una habitación. Elegí una pequeña, con la pared de color azul eléctrico, la cama individual vestida de sabanas del color de la pared aunque más claro y tenía unos pequeños dibujos abstractos en la tonalidad. El armario empotrado en la pared disponía de varias perchas donde podría colgar mi ropa.
Solté la mochila en el escritorio, no tenía ganas de ponerme a colocar asique me tiré de espaldas a la cama, tenía la sensación que esos tres días iban a ser muy especiales para mí y, en parte eso me daba miedo.
Bajé al salón, allí estaba Zayn sentado en frente del televisor.
-¿Ya has colocado todas tus cosas?- dijo mientras me sentaba a su lado
-No. ¿Tú?
-No- los dos nos echamos a reír y chocamos las manos. En ese momento bajó Harry
-¿Ya habéis organizado todo?- nos preguntó sorprendido
-¿Dudas de nuestra rapidez?- dijo Zayn aparentando estar indignado
-Para nada- dijo mientras se sentaba a mi lado y me daba un pequeño abrazo- tengo hambre ¿Dónde vamos a comer?
-¿He oído comida?- Niall apareció por la puerta junto con Louis.
-Voy a ver que hace Celia- dije secamente mientras me levantaba- id pensando un sitio. Ahora vengo.

Niall’s point of view:
-¿Qué la pasa?- interrogué a los chicos
-Nada. Estaba bien hasta que has llegado tú- me dijo Zayn encogiéndose de hombros
-No te preocupes- me dijo Harry- tendrá hambre como los demás. Solo eso.
-Sí, solo eso- suspiré
Noté como alguien me abrazaba por detrás
-¿Nos vamos ya?- dijo Noelia detrás de mí. Podía aspirar su olor de pelo, siempre olía a lavanda, era su olor.
-¡ves! Si es que te precipitas Niall- dijo Louis dirigiéndose hacia mí
-¿Qué pasa?- me preguntó Noelia de frente.
-Nada- me ruboricé- ¡Vámonos!
Salimos de la casa y nos dirigimos en busca de un sitio donde comer. No tardamos mucho en elegir un restaurante de comida rápida, todos teníamos mucha hambre y nos pusimos de acuerdo en seguida.
Mientras comíamos, una situación surrealista apareció ante mí, todos se comportaban de manera ‘’extraña’’, parecían poseídos por algún tipo de sustancia, una sustancia que para mi tenía varios nombres: diversión, tranquilidad y amistad.
Louis no dejaba de dar golpes en la mesa hasta que en uno de sus movimientos, multitud de comida cayó sobre él, haciendo que su camiseta de rayas azules y blancas se convirtiese en una camiseta decorada con manchas de alimentos, era de esperar asique los demás no nos sorprendimos demasiado y nos dedicamos a reír. Zayn de vez en cuando se levantaba de su asiento, iba hacia el plato de Noelia y cogía una patata haciéndola rabiar, ella no se quedaba quieta, se levantaba y empezaba a correr detrás de él. Harry y Celia jugaban a las palmas a gran velocidad y Liam contaba quien se equivocaba más veces, como tres niños pequeños se entretienen en el patio del colegio. Yo, mientras, observaba la escena.
 Después de comer dimos una vuelta por la ciudad y el puerto, descubrimos una pequeña playa escondida donde no había nadie, no llevábamos ropa adecuada para bañarnos asique nos quedamos allí pasando la tarde en la arena viendo como atardecía. Decidimos volver al día siguiente pero esta vez, con la ropa adecuada.
Eran las ocho de la tarde cuando decidimos volver a la pequeña casa. Cenamos y nos pusimos todos a ver una película. Tuvimos varias dificultades a la hora de elegir el género de la película, Liam y Celia querían una romántica, Louis prefería una cómica, Harry, Zayn y Noelia querían una de terror y yo apuntaba por una de acción pero, por mayoría tuvimos que poner una de terror Abre los ojos película cuyo argumento consistía en un heredero de una considerable fortuna, bien parecido, con éxito entre las mujeres, Una noche, el mejor amigo del protagonista, le presenta a una joven, de quien el protagonista se enamora al instante. Esa misma noche, la última chica con la que el protagonista había mantenido una relación y que sigue aferrada a él de forma obsesiva, se ofrece para acompañarlo a casa. En el transcurso del trayecto, ella gira el volante y lanza el coche por un precipicio en cuyo fondo se inicia para el protagonista la peor pesadilla de su vida.
Antes de empezar a ver la película todos nos habíamos colocado en el sillón. Yo estaba al lado del apoya brazos, a mi lado Harry y Zayn, debajo de mí Louis apoyaba su cabeza en mis piernas puesto que, estaba sentado en el suelo, a su lado Celia y al lado de ésta Liam. Noelia puso la película y cuando se dio la vuelta no tenia sitio donde sentarse asique, decidida vino hacia mí y me dijo susurrando:
- ¿Aquí hay sitio para una chica más?- yo me la quedé mirando embobado.
-Claro- dije con una sonrisa- ella se sentó en el apoya brazos sujetándose en mi de forma que los dos quedásemos abrazados. Durante la película no dejábamos de mirarnos de vez en cuando, ella se estremecía en cada escena de susto y yo la apretaba más contra mí.
-¿Me acaricias el brazo?- me susurró. Esta vez el que se estremeció fui yo.
Terminó la película. Todos estábamos derrotados asique nos fuimos a dormir en seguida.
A la mañana siguiente nos despertamos todos bastante tarde asique, fuimos a la playa del día anterior por la tarde.
A las cinco de la tarde cogimos nuestras cosas y nos dirigimos hacia allí. Cuando llegamos extendimos las toallas y Noelia, Harry, Louis, Celia y yo nos dirigimos hacia el agua enseguida mientras que los demás se quedaban tomando el sol.
En el agua no dejábamos de tirarnos unos contra otros, Louis cogía a las dos chicas a una con cada brazo y a pesar de la resistencia de ellas siempre conseguía sumergirlas cuando venia alguna ola enorme.  No queríamos salir pero el cielo iba oscureciendo asique muy a nuestro pesar tuvimos que hacerlo. Nos secamos con el poco sol que quedaba y cuando todos estaban ocupados me armé de valor y fui hacia ella.
-Ven, quiero enseñarte algo- dije a Noelia mientras ella me miraba incrédula.

Noelia’s point of view:
-Ven, quiero enseñarte algo- Niall me dijo tomándome la mano, yo asentí. Me llevó por un camino de piedras hasta que llegamos como a una especie de pequeña cueva.
-Aquí hace frio- me estremecí, solo llevaba una camiseta de tirantes.
-Toma- Niall se quitó la sudadera y me la ofreció
-No, tendrás frío tú
-En serio, estoy bien. Póntela- me dijo con una de sus mejores sonrisas. Me puse su sudadera de cuatro tallas más que la mía. Me miró
-¿Qué?- pregunté
-Que te queda genial, MI sudadera- dijo enfatizando el MÍ. Yo me sonrojé. Seguimos andando y apartó un matorral del camino, ante mí apareció una cascada cuya agua caía salvajemente hasta llegar a la tranquilidad de la laguna.
-Oh, Niall esto es precioso- dije atravesando el matorral.
-¿Quieres bañarte aquí?
-¿En serio? ¿Podemos?
-¿Quien nos lo impide?
Nos quitamos la ropa cuidadosamente y nos metimos en la laguna cristalina. Fui nadando hasta la cascada y la atravesé. Detrás de mí venia él.
-Aquí sí que hace frío ¿no?- me dijo él dentro de la cascada.
-Bastante- afirmé.
 Niall vino hacia mí y me rodeó con sus brazos, estábamos de frente. Miré hacia abajo, nuestros cuerpos tan solo eran separados por dos pequeñas y filas telas de bañador. Miré hacia arriba, nuestros rostros tenían demasiada poca distancia, podía oler su agradable aliento y él podía oler el mío. Dirigí la mirada hacia arriba.
-En serio, gracias. Esto es hermoso.- dije admirando el lugar
-No tanto como tú.
Le miré y no pude evitar dejarme llevar. Cerré mis ojos y noté como sus labios se juntaban con los míos, notaba como su boca se abría lentamente hasta que su lengua juguetona apareció y empezó a buscar la mía. Cuando por fin se encontraron empezaron a jugar juntas hasta que por falta de aire, tuvieron que parar su juego.
Le sonreí.
-¿Es el primero?- me preguntó mirándome a los ojos.
-Sí- bajé la mirada avergonzada, nunca había sido muy popular entre el género masculino- ¿lo he estropeado todo verdad?
-No, los primeros son los mejores.

lunes, 19 de marzo de 2012

8. Cover Drive

Noelia’s point of view:
Es lo que se siente cuando subes a un sitio alto y miras hacia abajo. Aunque bien pensado también puede ser lo que sientes cuando estas justo debajo de un rascacielos y miras hacia arriba. Esa sensación de que eres insignificante, de que todo te queda grande. Tras 17 años de existencia seguía viéndolo todo como si fuera una niña pequeña, todo lo veía grande, lejano. Y cuando una situación que correspondía a mi edad se echaba sobre mí no se me ocurría otra cosa que salir corriendo. De puta madre.
 Tenía miedo, miedo de entrar en la academia y dejar toda mi vida atrás, todo lo que había hecho desde que era una simple niña de dos coletas cuyo rizo revoltoso siempre le molestaba y le impedía ver bien la pelota cuando jugaba con sus mejores amigos. Quería huir, ese momento de cobardía me estaba matando. Sonó el timbre, Celia.
-¡Hola, traigo palomitas, chocolate, pizzas, gusanitos y… regalices!
-¿Pretendes que tu amiga se ponga como una vaca de campo?
-Es que, es nuestra noche Noelia, a partir de estos días no volveré a verte en mucho tiempo- dijo Celia apenada
-Lo sé- me senté en un silla, cada vez me costaba más admitir esa parte, la distancia.
-¿Qué pasa? Deberías estar alegre y no lo noto
-Celia, no me veo capaz de afrontar esto. Todo he ido haciéndolo sin darme cuenta pero, ayer en el instituto… y todavía no he empezado. Siempre he sido invisible para los demás, la compañera maja con la que puedes conversar en clase pero nada más, y ahora…
-Siempre has sido fuerte, siempre te has enfrentado al miedo. Eres valiente Noelia, no lo dudes asique vas a poder con esto y con mucho más. No debes decaer ahora, mira todo lo que has conseguido. Además, mírame a mí, mi vida es monótona, no hay emoción por ningún sitio y tú me la proporcionas. Mi horario es clase, estudiar, gimnasio, clase, estudiar, gimnasio. ¿Qué prefieres?
-Vaya...entonces sí que tienes razón al decir que tu vida es siempre lo mismo.
-Lo sé desde siempre. Nunca entiendo nada. Y llega el día en el que lo entiendo todo de golpe.
-Y ¿por qué no entiendes ahora?
 -Joder, está todo claro, no pasa nada.
-Eso pensé la última vez. Deberías venirte conmigo a casa de Tulisa, el día de la prueba te quedarías con los chicos. ¿Lo harías por mí?
-Claro, Noelia- me dio un abrazo.
Fue una de las mejores noches de mi vida, no hicimos nada especial pero la había echado mucho de menos, era mi mejor amiga, siempre había estado ahí para todo y ahora sentía su apoyo más que el de otra persona.
Pasaron los días  y el día de la última prueba llegó. Allí me encontré con Zoe, una de las personas que había conocido en el bootcamp, me llevaba bastante bien con ella y cuando nos dijeron que teníamos que enfrentarnos es decir, que entraba ella o yo, nos entristecimos profundamente.
Entré a una sala donde Tulisa y el famoso Daniel Powter me esperaban con impaciencia para oír la canción que me había preparado. Esta vez me había preparado Please Don´t Go- Mike Posner. Empecé a cantar, Daniel Powter no dejaba de asentir con la cabeza, eso me reconfortaba.
Llegó la hora de la verdad. Tulisa dijo mi nombre, entré en la sala. Empezaron a decir numerosos halagos sobre mi voz pero yo no escuchaba, no podía, solo quería oír un sí o un no. Dos letras cambiarían por completo mi vida. DOS, qué extraño número. Dos es el número de personas que forman una pareja, y también el número que comparan con un patito, el número raro, el patito feo. Con dos dedos puedes taparte los oídos y aislarte del mundo, y dos son las palabras que cualquier persona desea escuchar: "te quiero". El fin de semana tiene dos días, y cuando te piden tu nombre debes poner tus dos apellidos. Pero, ¿sabes lo más extraño de todo? Que dos tiene tres letras, y es el tercer número positivo, después del cero y el uno, allí va el dos. El dos vive conmigo en cada cosa que hago. Todo es relativo, todo es asimilable.
-Noelia, Sí- Daniel Powner me ofreció esas dos letras que tanto ansiaba oír
-Seré tú mentora Noelia
-Oh dios mío- es lo único que conseguí decir, abracé a Tulisa con las lagrimas a punto de salirme. Estaba en lo alto del cielo.
Cuando ya estaba recogiendo mis cosas para irme a casa, noté como una mano se posaba en mi hombro, me di la vuelta.
-Hola, ¿eres Noelia?- un chico moreno y bastante atractivo me sorprendió. Su cara me sonaba de haberlo visto por allí, pero hasta entonces no había hablado con él.
-Hola, sí ¿y tú eres…?
-Soy Joe- me dijo dándome dos besos-me han dicho que estás dentro
-Sí, ha sido todo muy emotivo hoy- le dije sonriente mientras cogía mi mochila- ¿a ti qué tal te ha ido?
-Pues tan bien como a ti, nos veremos dentro de unos meses
-Oh, pues me alegro que ya tenga a alguien conocido dentro- le estreché la mano- yo me voy en ese coche- le señalé el gran coche con cristales tintados que me esperaba.- Nos vemos dentro de poco.
-¿En ese coche?
-Sí, es una larga his…- en ese momento salió Liam del coche y vino corriendo hacia mí. Los demás le siguieron y empezaron a felicitarme.
-¿No nos vas a presentar a tu amigo?- oí que Niall decía malhumorado.
-Sí, él es Joe. También está dentro, es un alivio conocer ya a alguien.
-Sí, un alivio…- susurró Niall en un resoplido.
-Bueno Joe, encantada. Nos vemos pronto. Adiós.
Los chicos se despidieron y  entramos en el coche.
-¡Madre mia!- dijo Celia mirando hacia el cielo.
-Lo sé- dije riéndome.
-¿Qué pasa? Dejad de hablar en idioma de chicas por favor- dijo Louis desesperado.

Niall’s point of view:
¿Quién era ese Joe? No era ni el primer día y ya se había acercado a Noelia. Yo no tenía nada con ella y seguramente no lo tendría pero no podía evitar sentirme celoso.
Estábamos en el hotel. Decidí ir a verla a su habitación.
Llame a la puerta y la abrí. Allí estaba, dándome la espalda, llevaba unos pantalones negros de chándal cortos y una camiseta de tirantes rosa, su cabello estaba recogido en una larga coleta. Se dio la vuelta.
-Hola, creí que era Celia que ha bajado a comprar unas cosas- me sonrió.
-Hola, ¿Qué tal estas?
-Ahora mismo, estoy en éxtasis- rió, se sentó en la cama.
-Quería darte la enhorabuena, sabía que lo conseguirías- me senté a su lado.
-Muchas gracias Niall, de verdad, por todo
-No tienes que darlas, has sido tú, ha sido tu voz la que te ha llevado tan lejos, no nosotros.
-Niall, yo…- al decir mi nombre bajó la mirada.
-¿Qué pasa?- cogí un mechón de su pelo y empecé a jugar con él haciendo un pequeño masaje en su cabeza. Noté como se estremecía.
-Yo quería decirte…- subió la mirada y nuestros ojos se encontraron, quedándose hipnotizados por unos segundos. Empecé a acercarme más, notaba su respiración en mi boca, pero nuestros ojos seguían unidos en una única mirada, ella separó esa tensión mirándome los labios, ella no se acercaba más, era como si tuviese miedo, miedo a ser rechazada, dolida, pero eso no iba a ocurrir. PUM.
-¡Ya estoy aquí!- Celia abrió la puerta de un portazo, interrumpiéndonos. Los dos dimos un gran brinco levantándonos de la cama, como dos niños cuando hacen algo malo y son sorprendidos por alguien, como si estuviésemos haciendo algo prohibido.- Uy, lo siento, lo siento mucho de verdad, me voy.
-No, no te vayas. No hace falta. Yo ya me iba. Felicidades Noelia- dije antes de salir por la puerta.

viernes, 16 de marzo de 2012

7. Just can get enough

Noelia’s point of view:
Sentada en los pies de la cama pensaba en todo lo que me había ocurrido. Había conseguido pasar la primera audición de un programa popular británico, había hecho unos amigos muy especiales y mi amiga Celia y mis padres me apoyaban lo que hacía.
Mi teléfono vibró, Celia. La había llamado la noche anterior para darla la noticia pero debido al jaleo no había podido hablar bien con ella. Lo cogí.  Estuvimos como media hora hablando, me preguntó como había ido todo y me preguntó cuando saldría mi actuación en internet.
-Espero que nunca- la dije provocando una risa dulce en ella.
-No seas así Noelia
-Esta noche emiten las audiciones aquí, en Inglaterra. Yo me niego a verlo, aunque los chicos me llamarán para ver si lo estoy haciendo.
-Es verdad, los chicos. ¿Qué tal estás con ellos? Yo ya me he concienciado que son unos chicos normales, como tú y yo. Puedes traerlos cuando quieras. No gritaré ni nada parecido.
-No es ninguna indirecta,  ¿verdad pequeña directioner? – Las dos reímos- en cuanto a ellos… son geniales. Si ahora mismo me tengo que separar de él, sufriría bastante
-¿De él? ¿Qué él?
-¿De quién?- dije haciéndome la loca. Había metido la pata.
-Has dicho él. Noelia ¿Qué pasa?
-No lo sé- colgué. ¿Por qué había dicho él? ¿Tendría Harry razón? No quería seguir pensándolo.
Salí de la habitación. Bajé las escaleras, todo estaba oscuro, solitario. Los chicos se habían tenido que ir por la mañana pronto a una firma de discos en Francia, estarían allí durante cuatro días y volverían a Londres para el bootcamp. Mis padres habían tenido que partir a España de madrugada ya que no podían faltar al trabajo y yo seguía en la casa de Louis y Harry para no tener que viajar tanto “Yo confío plenamente en mi rubia favorita” me había dicho Louis cuando hablamos del tema.  La casa estaba demasiado silenciosa, echaba de menos los gritos locos de Louis y los reproches hacia él de Harry. Decidí buscar un disco de música para ponerlo a todo volumen y que ese silencio tan molesto desapareciera, empecé a rebuscar: James Morrison… no, Kings of Leon… tampoco, Two Door Cinema Club, Ed Sheeran, Queen… me quedé un rato observando este último pero no me apetecia escuchar eso realmente, seguí buscando hasta que encontré algo que me llamó la atención Sex Pistols, abrí el disco y una nota cayó al suelo, la cogí y empecé a leer: Harry, llevo dos semanas esperando a que me devuelvas este disco. Tu amante secreto, Zayn Malik xX Una carcajada salió de mi garganta. Ese disco no podía ser de otro. Puse el disco a todo volumen y empecé a moverme por toda la casa gritando como si hubiese entrado en celo. 
El día pasó lento, no tenía nada que hacer. Me dediqué a jugar a videojuegos y cuando vino la asistenta aproveché para hablar con alguien, era una mujer muy agradable, de unos cuarenta años, bajita, muy morena de piel y regordeta. Me empezó a relatar la vida que llevaba y yo la escuchaba atentamente, soltando alguna carcajada que otra cuando me contaba  alguna anécdota sobre Louis y Harry y las veces que les había tenido que regañar por lo desordenados que eran.
Al día siguiente decidí coger mi cámara e irme a Londres a echar fotos. Cuando volví encendí el ordenador, tenia perfil en todas las redes sociales, antes, cuando tenía más tiempo libre me gustaba descansar mientras chateaba con mis amigos y escuchaba música con los auriculares a todo volumen.  Encendí Skype a ver, si por suerte, Celia estaba conectada. Para mi sorpresa, cinco peticiones aparecieron en mi pantalla, las acepté y enseguida un icono verde anunciaba una llamada.
-¿Noe?- oía la voz de Zayn pero no veía nada.
-¿Hola?
-¡Somos nosotros!- de repente la imagen se aclaró. Mis cinco inseparables amigos aparecieron en pantalla, estaban en la habitación del hotel. Todos vestían sin camiseta excepto Niall, me ruboricé al verlo.
-¡Chicos! ¿Qué tal fue la firma?
-Normal, un poco agobiante. ¿Qué tal tú sola?- dijo Liam
-Bien, he entablado amistad con la asistenta…- empecé a contarles mientras habría las redes sociales- ¡Madre mía!- exclamé.
-¿Qué te pasa?- oí que Niall decía preocupante acercándose a la pantalla
-Nada, nada… explosión de peticiones en mis redes sociales- oí como se reían
-A mí me pasó también, te acabarás acostumbrando- oí que decía Harry. Abrí la ventana del Skype para poder verlos bien.
Hablamos durante horas hasta que se tuvieron que marchar. Fue la última vez que les vi antes de su llegada.
Les echaba mucho de menos. Odiaba su trabajo aunque tenía que hacerme a la idea de que eso iba a ser así y peor en un futuro y, si todo salía bien, así seria también el mío. ‘Hoy ya están aquí’ pensé sentada en el sofá a oscuras y en silencio. Pasaron los minutos hasta que oí un grito familiar.
-¡Harry, suéltame!
Me levanté corriendo, fui hacia la puerta y la abrí de un portazo. No recuerdo el porqué incluso, en ese momento, no lo sabía pero guiada por la emoción corrí hacia Niall y me lancé a sus brazos.
-No volváis a dejarme sola, por favor- le susurré mientras notaba como se erizaba su cuello. Su mano se posó en mi cabeza, un rizo juguetón se enredó entre sus dedos.
-No lo haré, tranquila.
Instantáneamente me di cuenta de lo que estaba ocurriendo. Los demás nos estaban mirando. Me separé de él, por mucho que me costó, y abracé a los demás.

Niall’s Point of view:
Estaba feliz, me había afectado mucho el volver a verla. Esos tres días la había extrañado demasiado. Nos pasamos toda la noche hablando, contándole todo lo que nos había ocurrido. Ella nos escuchaba atentamente y, cada cosa que la decíamos la parecía maravilloso. Todo lo comentaba y lo sentía como si lo hubiese vivido ella. Cuando decidimos despedirnos quedamos para el día siguiente, tan solo estábamos a cuatro días del bootcamp.
Los cuatro días pasaron rápido, fueron cuatro días de pura monotonía, ensayo y descanso para ella. Noelia estaba nerviosa y preocupada, ella lo negaba pero yo se lo notaba. Sabía que no solo se enfrentaba a que la valoraran como cantante, tendría que bailar, cantar en grupo e ir conociendo a, si todo salía bien, sus futuros compañeros y rivales.
Dejamos a Noelia dentro del edificio, todo eso me recordaba cuando yo estaba en esa situación pero ahora, yo estaba nervioso por ella.
Nosotros nos situamos detrás del escenario donde podríamos ver todo, estaba enfadado por no dejarnos estar con ella hasta el final, ese momento era horrible, estar esperando solo a que llegase tu turno. Los chicos notaron mi preocupación y me tranquilizaron diciéndome que Noelia era una chica dura y extrovertida, no tendría ningún problema para relacionarse con los demás.
Tras varias personas de diversas edades, apareció Noelia, llevaba un vestido negro y blanco, la blazer negra la conjuntaba perfectamente con las medias y las nike hacían que su conjunto elegante tuviese un aire desenfadado y perfecto en ella (ver ropa personajes).
Saludó amablemente al jurado, miró a la cámara decidida y empezó a cantar We rwho we r de Kesha. Lo hizo mejor de lo que esperábamos todos y nos hizo llenó de orgullo el hecho de que lo hubiese hecho tan bien. Ahora nosotros no podíamos hacer nada, tuvimos que irnos a casa y esperar.
Pasaron las horas y Noelia no venía, todos estábamos esperándola en casa de Harry y Louis. Se notaba nerviosismo en el ambiente. Se escucharon las llaves abrir la puerta, todos corrimos hacia allí.
Su figura, de pie, solo asentía. Harry se abalanzó sobre ella y la cogió separándola unos palmos del suelo. Todos fuimos a abrazarla. Tras felicitaciones e infinitos abrazos, nos sentamos en el sofá dispuestos a que nos explicara todo lo que había ocurrido. Su futura mentora Tulisa ofrecía su casa para la próxima y última prueba.

Noelia’s point of view:
Entonces, ¿aquello iba en serio? Nunca me imaginé que podría llegar tan lejos, nunca pensé que conseguiría pasar la segunda prueba, nunca pensé que iría en vuelo privado a Madrid, mi ciudad.
-Liam, ¿Cuánto queda? Tú controlas mejor que yo los vuelos.
-No sé cuánto, pero no mucho tranquila.
-Liam, aunque entre en la academia y llegue a ser alguien… bueno, conocido, no perderemos el contacto ¿verdad?
-No lo haremos- dijo con una sonrisa en la cara- Además, Niall no lo permitiría- me dijo girando la cabeza hacia el rubio, yo seguí su mirada. Me ruboricé.
En ese momento vino el guardaespaldas de ellos.
-Poneros los cinturones, en breves vamos a aterrizar.
-Vale- dijeron los cinco al unísono. Rodé los ojos.
Cuando hubimos llegado, lo primero que hicimos fue recoger a mis padres. A Celia la veríamos luego puesto que, estaría en ese momento en clase. Nos dirigimos al instituto, era uno de los motivos por los que había ido a España, tenía que arreglar todos los papeles y aclarar que no podría estar en el final de curso. No estaba nerviosa, me tranquilizaba la idea de que X Factor era un programa británico y aquí en España no se podía ver, excepto por internet pero nadie se dedicaba a ver programas ingleses. Cuando llegamos me bajé del coche decidida acompañada de mis padres, tocó la sirena, ‘mierda’ pensé, tendría que volverme a exponer ante miradas de hormonas revolucionadas.
Entré por la puerta principal, millones de miradas se clavaron en mí y tan solo una decima de segundo bastó para que millones de personas conocidas se abalanzasen sobre mí. Oía gritos, mucha gente me daba la enhorabuena, personas que fardaban de haber estado conmigo en clase, todo el mundo me hablaba pero yo no entendía nada. Mis padres salieron del instituto y al segundo vi como el guardaespaldas de mis amigos venia en mi búsqueda. Gracias a él pude llegar a dirección en dos minutos.
Me quedé anonadada, las tecnologías eran realmente rápidas. Deduje que mi audición ya estaba circulando por la red.